Ascensión al Carbonero (Villar del Pedroso)

Incursión vespertina a pie por el Risco Carbonero desde el Valle del Hospital del Obispo.

El Carbonero cuenta con una caseta forestal en su cima, lo que le convierte en un hito de referencia dentro de la alargada sucesión de sierras y valles paralelos del Geoparque Villuercas Ibores Jara.

A destacar aspectos como el Hospital del Obispo (s.XV) en pleno Camino Real de Guadalupe, la riqueza y singularidad botánica del entorno, la abundancia y extensión de las pedreras cuarcíticas cuaternarias, y la espectacularidad de las vistas durante la subida y desde la cima.

Podremos apreciar la gran amplitud del Anticlinal Ibor Guadalupe, la inmensidad del Sinclinal del Guadarranque desde una perspectiva inusual, el Cancho del Ataque, el cercano Camorro de Castañar y la continuidad de la elevada barrera del Sistema Central, entre otros.

Para otro día queda pendiente recorrer el cordal entero hasta llegar a la pedanía de La Calera, previo paso por el Cervales y el Sobacorbas.

Cima recomendada, no se arrepentirán de haber llegado hasta aquí. Disfruten y sean muy respetuosos con el espacio que van a visitar. Saludos.

Visita a la Lorera de la Trucha (Alía)

La Lorera de la Trucha es uno de esos lugares que consiguen sorprender al excursionista por muchos espacios que crea haber visto en Extremadura.

Nos encontramos en un entorno natural de una dimensión abrumadora, el Sinclinal del Guadarranque, completamente rodeados por las largas cadenas apalachenses de la Sierra de Altamira al este y la Sierra de la Palomera al oeste.

Es por ello que, para conocer la Lorera de la Trucha, yo recomiendo venir sin prisas y echar el día haciendo un recorrido que combine parte en automóvil y parte a pie. Estoy seguro que va a conseguir trasmitiros un sentimiento de aislamiento y soledad cada vez más difícil de encontrar en el tiempo en el que vivimos. Os aviso de que la aproximación es larga y a buen seguro muy placentera, con altas posibilidades de disfrutar de múltiples avistamientos de fauna (ciervos, corzos, jabalíes, buitres, águilas, etc.).

A grandes rasgos os comento que la ruta visita la concentración peninsular más valiosa y representativa de loro (Prunus lusitanica L. subsp. lusitanica). Este árbol de hoja perenne es el emblema de Las Villuercas y es un auténtico ejemplo de supervivencia. Es una especie relicta que forma parte de la laurisilva, más propia de bosques mixtos subtropicales de ambientes de la Región Macaronésica. El origen del loro hay que situarlo hace más de 3 millones de años en la Era Terciaria, cuando se encontraba muy expandido. En aquel periodo el clima en la península era mucho más cálido y húmedo que el actual. Primero una época de sequía a finales del Terciario y posteriormente los fríos y las glaciaciones de la Era Cuaternaria hacen que el loro se vea mermado en número y superficie, llegando a nuestro tiempo una pequeña muestra acantonada en espacios muy reducidos, principalmente barrancos y zonas umbrosas, siempre cerca de cursos de agua que recreen los ambientes templados y húmedos que necesita para sobrevivir.

Forman los llamados bosques de niebla, produciendo el curioso fenómeno conocido como «lluvia horizontal», al atrapar sus hojas lanceoladas las brumas y conducirlas al suelo. Los frutos son dispersados por pájaros como el zorzal, el mirlo o la curruca. La zona que vamos a visitar está protegida bajo la figura de «Árbol Singular» por la RENPEX (Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura), y corresponde con la banda de 5 metros a cada lado (DPH) que acompaña a la Garganta de la Trucha. En las sierras de Las Villuercas se estima que existen algo más de 7000 ejemplares de loro (2/3 del total peninsular), localizando en la Lorera de la Trucha un total de 1400, pudiendo también encontrarlos en menor medida en otras zonas de la comarca como el tramo alto del Río Ruecas, la Garganta Salóbriga, el curso alto del Guadalupejo, la Garganta de Santa Lucía, el Río Viejas, el entorno del Arroyo de las Calabazas o en el del Río Ibor. Sin duda estamos ante una de las joyas de la botánica, muy desconocida por la mayor parte de la población.

Volviendo a la ruta, el itinerario a pie propuesto aunque es fácil, he decidido calificarlo como moderado porque la subida por la Garganta de la Trucha presenta puntualmente algún tramo angosto. Esencialmente es la conexión de la parte baja del Charco de la Trucha con la zona de cascadas. Sin ser complicado tal vez no sea apto para todos los públicos por la moderada pendiente de ascenso y descenso. En cambio, la visita al punto de mayor concentración de loros es muy sencillo dejando el vehículo junto al Molino de la Trucha. A partir de ahí remontaremos una corta senda que sin dificultad nos conducirá hasta la espesura, toda una experiencia adentrarse en la lorera. A la vuelta las vistas desde el Collado de la Celadilla también son reseñables. Durante el trayecto en coche es recomendable hacer paradas en la obra mudéjar de la Iglesia de Santa Catalina (Alía), el Estrecho de la Peña Amarilla, el Puente del Guadarranque, la acogedora localidad de Navatrasierra, el área recreativa Puente de los Horcones, el Cancho del Ataque, el Hospital del Obispo y como no, en la monacal Puebla y Villa de Guadalupe.

Disfruten y sean muy respetuosos con el espacio que van a visitar.

Subida al castillo de Cabañas (Cabañas del Castillo)

Clásica subida al castillo de Cabañas, de lo mejorcito de Las Villuercas.

La ruta no plantea apenas dificultad pero con niños habrá que tener precaución en algunos puntos por posibles caídas a distinto nivel. Con terreno resbaladizo mejor dejarlo para otro día. El poco esfuerzo invertido hasta llegar arriba se ve claramente recompensado con las impresionantes vistas hacia cualquier flanco, especialmente hacia el Sinclinal de Santa Lucía.

El acceso se realiza desde la acogedora población de Cabañas del Castillo, con unas callejuelas donde dan ganas de quedarse para perderse en el tiempo. Encontramos muestras de arte gótico-mudéjar en la Picota y en la Iglesia de la Virgen de la Peña.

Sobre las casas desafiando los principios de la gravedad los restos de un castillo de origen musulmán, aunque la obra que se conserva es de la época medieval.

Emplazamiento sólido de cuarcitas armoricanas y privilegiada visión la que nos aporta del relieve apalachense del Geoparque Villuercas Ibores Jara. Recomendado para aficionados a la ornitología por la abundancia de rapaces, especialmente buitre leonado.

Para algunas personas su lugar favorito de la comarca, por algo será. Vengan a comprobarlo para saber si puede ser el suyo…

Saludos y contribuyan a la geoconservación de este espacio.

Ruta rupestre a la Cueva de Álvarez y al abrigo del Cancho de la Burra (Cañamero)

Paseo matutino por la ribera del Ruecas y la Sierra de la Madrila, en pleno Geoparque Villuercas Ibores Jara.

El itinerario visita el encajonamiento natural del Desfiladero del Ruecas y algunos de los hitos culturales más destacables de las tierras cañameranas, como son los abrigos prehistóricos de pinturas rupestres de la Cueva de la Chiquita o de Álvarez y el del Cancho de la Burra.

Por favor, sean extremadamente respetuosos con estos bienes tan frágiles como irremplazables. Bajo ningún concepto mojen con agua o toquen con las manos u objetos las muestras de arte rupestre, podrían dañarse.

Tampoco hagan fuego en sus proximidades, el humo también las deteriora notablemente. Tomen únicamente fotografías y admiren, pues son muestras excelentes de arte rupestre esquemático. Es responsabilidad de todos conservar este patrimonio cultural de valor incalculable y hacérselo llegar a las generaciones venideras. Comentar que es posible que encontremos algunas colmenas en las inmediaciones del Cancho del Fresno, cerca del Cancho de la Burra.

En verano es recomendable llevar bañador para darse un refrescante chapuzón en el Charco de la Nutria, piscina natural o en la zona de baño del Cancho del Fresno. Se recomienda la visita del Centro de Interpretación de la ZEPA «Sierra de las Villuercas y Valle del Guadarranque» y al terminar la del Centro de Recepción de Visitantes del Geoparque, en la travesía de la EX102 por la población.

Asimismo, junto al Arroyo Valbellido, encontraremos la Lorera Pedro Antonio Blanco Aldeano, plantación del emblemático Prunus Lusitanica y otras especies de ribera dedicada a una de las mejores personas que trabajaron por este territorio.

Disfruten del itinerario, es una maravilla natural, como todo el Geoparque.

Ruta de Isabel La Católica (Guadalupe)

Junto con la Travesía de Alfonso Onceno, la Ruta de Isabel La Católica es el itinerario más conocido y clásico del Geoparque Villuercas.

Actualmente señalizada como PR-CC 242, por sendas y caminos tradicionales esta vía de peregrinación une Cañamero con Guadalupe, disfrutando de lugares de gran interés como el Desfiladero del Ruecas, Embalse Cancho del Fresno, Cruz de Andrade, Melonar de Los Frailes, Castaño del Abuelo, Palacio de Mirabel, la Ermita de Santa Catalina y la monumental Puebla y Villa de Guadalupe, con su Real Monasterio como representante internacional de la riqueza cultural de Extremadura.

Interesante en cualquier estación del año, el otoño es su mejor época por el mosaico de colores desplegados en los bosques caducos de castaños y melojos. La primavera es un buen momento para dejarse sorprender por orquídeas y peonías, el invierno por la desnudez de los árboles y el verano por las frescas y limpias aguas del Desfiladero del Ruecas en el entorno cañamerano.

La Reina Isabel La Católica se refería a Guadalupe como «mi paraíso», creo que motivos no le faltaban. Ven a descubrir los tuyos…

Os esperamos…